Los marineros son gente sabia, es muy enriquecedor escucharlos, han tenido que templar su carácter en el barco y deponerse ante la braveza y la inmensidad del mar.
La vida es como llevar un barco al mar... a veces conocemos grandes puestas de sol y saboreamos cada instante , otras veces las inclemencias hacen que sintamos que no podemos llevar el barco, que no podemos soportar tantos daños en el casco y que no sabremos si saldremos vivos de la travesía. Otras nos enfadamos porque se nos rompió la vela, o simplemente porque no pudimos salir a navegar.
Dicen los navegantes de vela que cuando navegas en un velero aprendes una gran lección: No puedes luchar contra el viento (siempre te gana) pero tienes que tener la habilidad de valerte de él para avanzar hasta donde tu quieres... pero no puedes hacerlo en el tipo de viento que tenías previsto... Por eso es mejor no luchar contra él y disfrutar de la travesía.
La vida es lo mismo, no puedes luchar con lo que te llega: ¡¡lo que es, es!!... y eso no significa que te rindas (los marineros no se tiran al agua a ahogarse) significa saber que ir en contra de lo que te ha sucedido puede dañarte aún mas y que el curso de tu vida sigue, así como sigue el barco navegando.
Los checos son una pueblo que ha sufrido mucho. El Moldava es el rió más largo de la República Checa, uno de los 6 poemas sinfónicos del compositor checo Bedrich Smetana en su obra “Mi patria” se llama “Moldava” y evoca el curso del río. Los checos cuando creen tener la moral baja escuchan Moldava. Sienten como la travesía por el río es dura pero siempre logran salvar su barco y llegar al mar. Te invito a escuchar esta hermosa sinfonía y sentir cómo navegas en tu barco.
Música: El Moldava - Smetana